Ha caído

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Ha caído un árbol en el bosque, pero no lo vio nadie, no lo oyó nadie. Nadie sabe que ha caído, así que es como si todavía siguiera en pie.

Y en cierto modo sigue en pie. Sigue con sus ramas, con sus nidos. Sigue arrojando su sombra, sigue meciéndose al viento. Aunque nada de esto es real, nada es verdadero. Ha caído en silencio, con un susurro lánguido y melancólico.

Ya no está y sin embargo su sombra muerta sigue manejando, tenue, alargada, los últimos coletazos del dolor, del amor.