A ver si llega el invierno, que el infierno ya llegó

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¡Qué pocas ganas de todo! Si no fuera porque soy de pueblo, diría que tengo media depresión o cosas así. Pero eso no entra en mi religión, así que este periodo lo llevo con más bien poca dignidad, intentando trabajar y mantenerme a flote hasta que pase la galerna. Aunque cuesta. Sólo quiero dormir y olvidar, sin ganas de hacer nada.