Hola a todos. Sí, no sé, igual estoy que no estoy, pero sigo aquí.

Esta semana pasada he acabado harto de los bancos, harto de que me roben mi dinero, de que con mi esfuerzo mantenga a unos parásitos y un sistema que han montado para mantenerse. Hemos dejado que esto llegue demasiado lejos, y ahora está todo tan podrido.

Y, por lo demás, todo sigue igual. Desilusionado, pero tirando de oficio. Intentando mantener a flote la nave, que sigue yendo. De vez e cuando, una película te devuelve la esperanza, curioso cuando te identificas tanto con el protagonista que da miedo ver a ese padre intransigente y ajeno a la realidad.

Y te dan ganas de huir y empezar, empezar de nuevo, nuevos retos, nuevos problemas. Abandonar el lastre y la derrota y luchar de nuevo. Cosas que pasan.