Y pese a todo y a todos, me sigo acordando y sigo soñando y sigue la tristeza engrasando esta maquinaria. Tirando del «Manual para Hundimientos Geneneralizados», limpio la trinchera y aplico el protocolo para sacar mierda hasta alcanzar el nivel tolerable, y poder esperar un poco a que amaine el vendaval.
Quién me lo iba a decir, yo que iba a soltar lastre en un par de meses y ahora me salen con éstas.