Un nuevo lunes

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Cansado de esperar el fin, ésta es una semana aciaga, con moral baja y ánimo distraído, sin ganas de afrontar todo lo que se me avecina y, que además, me asalta por las noches insomnes.

Habrá que pelear, pelear y pelear, como siempre, y desde anoche no encontraba asidero desde donde aguantar el tirón que se me avecina; de nuevo se desvanecen las ganas de todo menos de huir, de huir lejos de este país corrupto y sucio y desgraciado y poder beber y olvidar en brazos de una mujer de belleza y lealtad incomparables.