Esto es una granizada de marrones, que no acaba, para la que no me quedan muchas ganas. Abandono por hoy, abandono la semana. La que viene, viajecito a León, tiempo para pensar y avanzar elalgo en el largo camino de retorno a ningún sitio.
Lo pienso demasiado. ¡Cuánto amor desperdiciado, cuánto me equivoqué, cuánto dolor causé para nada! Y ahora, sólo queda lamerse las heridas, reconstruir la casa y el fuerte y el patio y seguir caminando; aprender de los errores y la defección.
Hoy la llevo 6 cafés