Mal día para dejar de fumar

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Tras un día penoso, sucio, peleón como una mal vino que me viene a la cabeza, empieza el fin de semana. Hipotecado ya medio sábado, muy a disgusto, mal sabor de boca, robándome ese precioso tiempo que necesito para mirar en mi interior y ver las ruinas en que habito, lo poco que ha quedado en mi corazón tras el tornado de traición, defección y errores inadmisibles.

Ya ves, le sigo dando vueltas