personal Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar Publicada por mada en 20/02/201130/07/2014 Condenados a esta dulce condena, sólo los sueños mantienen la esperanza viva para andar por los días… Vivir, morir, tal vez soñar, el el cielo luz, en mis brazos tú. Despertarme contigo, Rebeca Jiménez Comparte esto:FacebookXMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado