Y aguantamos una más…

en

Sin mirar el calendario, que da miedo. Sin mirar a los ojos a la vida, que nos traiciona una y otra vez hasta que nos mata, con cartas de amigos que llegan desde lejos. O con gritos de socorro apagados que me susurran desde el oído, con miedo, culpa y esperanza. Haciendo un pacto con el diablo hasta que el puente se acabe o se hunda o algo mejor. Siempre sin esperanza, envidiando lo de los demás mientras los demás hacen lo propio con lo mío, mientras no gozo de lo que tengo por ansia de lo que espero.

Y aún así la nave va.

Last Nights Party
Mi vida, no hay derecho
Esclarecidos, un agujero en el cielo