… y pare usted de contar.
Hola, amigos. Sigo aquí, aunque con mucho trabajo, poco tiempo, menos ganas (¡qué novedad!) y un poco harto de todo, con muchas, muchísimas ganas de soltar lastre, de centrarme en mi carrera profesional por 6 u 8 años y luego colgar las botas y vivir.
Pero no lo haré. Me conozco ya demasiados años y nunca me fallo a mí mismo.
Y aquí estoy, atormentándome día tras día, renegando de Dios y del Diablo, y deseando una isla de paz interior y un par de sueños cumplidos (una rubia y otra morena, por favor). Aunque sé que no llegará, así que ya veremos. Aguantaremos estos sábados, que eran sagrados y hasta en estos tiempos oscuros han dejado de serlo.
Bueno, gente. La semana que viene pondré noticias profesionales, que en ese terreno parece que todo va muy bien. El único.