40 años

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Si 20 años no es nada, 40 empiezan a pesar. Llevo una temporada bajando solo a trabajar (Lavilla me ha abandonado miserablemente por una mujer, quién lo iba a decir). Bajar solo es lo que tiene: que piensas.

Así que con 40 voy para 41 , con la línea de sombra cruzada hace más de lo que me gustaría, me sigo sintiendo joven por dentro pero la realidad me recuerda que el tiempo ha pasado y he perdido mis trenes. Con un poco de suerte a la mitad de mi vida, con un poco más de suerte no, no estoy ni por asomo donde deseaba estar. No he hecho ni la cuarta parte de las cosas con que soñaba hacer; no he visto ni la décima parte de sitios que deseaba conocer; no he yacido ni con la milésima parte de mujeres con que soñaba holgar.

Desde fuera habrá gente que me envidiará hasta dónde he llegado, pero es el principio de Saint Exupery: nadie está contento con lo que tiene. Yo los envidio a ellos y ellos me envidian a mí. Nos podríamos cambiar las vidas, pero seguiría pasando lo mismo, no tiene remedio.

Creo que me estoy haciendo viejo.