Parece mentira

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Tanto, tantísimo tiempo esperándolo y por fin, hoy que lo consigo. Yo creía que ese día, que este día sería presa de una alegría inmensa, de una locura mal llevada, un furor incontenible y loco por tantos años, por 5 años de agravios y errores.

No ha sido así, y no sé por qué. Ni siquiera la botella de champán que tengo en la nevera y que la puse por este expreso momento, ha sido descorchada.

Curiosamente me he dedicado a hurgar entre papeles y páginas web en aquella famosa habilitación que recurrí y que gané y que tanto me costó y más me ha dado.

No me lo creo. He mirado tres o cuatro veces durante todo el día para convencerme de que no me había equivocado leyendo, de que estaba acreditado. Y aún así mañana pediré que alguien, posiblemente José David, lo compruebe por mí.

Dicen que si anhelas algo durante mucho tiempo,súbitamente un día te das cuenta de que ya no te importa. No es que no tenga su valor, que lo tiene y más que el oro: deja de importarte de una manera inexplicable.

Como el protagonista de las películas, he llegado a la línea de salida con esfuerzo, sacrificio, locura, irresponsabilidad. Como ése que llega con el coche más viejo, con el caballo más renqueante, justo cuando van a dar a salida mientras los demás, algunos, lo miran con el desprecio o la sorpresa de saberse mejor preparados, desde hace mucho tiempo.

Pero todo cuenta en esta vida, peones o hobbits, y hasta el rabo todo es toro y un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer, y si es listo lo hace cuando lo tiene que hacer.

Así que aquí estoy yo, clasificado para otra carrera y dispuesto a salir hacia la meta como siempre, como nunca…

Gracias a todos. No estaría aquí si no fuera por vosotros, y hasta el más pequeño o minúsculo me ha ayudado a seguir luchando para llegar aquí.

Ahora queda el final: oposición, tribunal, trabajo y nervios; pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión. Es éste un paso importante para mí, una cuestión de justicia, una victoria que no sé si merezco o no, supongo que sí, pero que necesitaba como agua para vivir. Y ha llegado.

Recordad que os debo una, aunque penséis que no lo merecéis. Gracias.

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