Los muy hijos de puta de los politicos. Sabíamos con quién nos jugamos los cuartos, o más bien quiénes nos los roban, pero toda la historia del debate entre Zapatero y Rajoy tiene tintes de esperpento, que ni el mismo Valleinclán hubiese podido concebir.
Que si el sitio, las formas, los tiempos, la temperatura…es que son gilipollas, cómo se notan que no los pagan ellos, si tuvieran que hacerlo no se andarían con tantas soplapolleces. Pero como paga el pueblo, que como las almorranas las sufre en silencio…
Se juegan mucho, argumentaría alguno de ellos. Perdone: nos lo jugamos nosotros, no ellos. En principio ellos están para servirnos y llevar bien el país, y debían estar con ese pensamiento en mente. No con el de ganar para detentar el poder y vivir del cuento y chupar de la teta de la vaca, y a los demás que nos den por el culo.
Si yo fuera presidente…