El que persigue

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Tengo una debilidad: me gustan las películas de John Wayne. Para ser más precisos, me gusta el western en general, y el del Duque en particular. Ahora el sujeto, un poco de derechas, por cierto, y amigo personal de Ronald Reagan, cumpliría 100 años.

Tiene bastantes películas normalitas, para disfrutar con una de vaqueros. Me lo paso pipa con El Dorado, o Río Bravo. Pero hay tres que me vuelven loco. Y lo curioso es que una no es un western y las otras dos tienen un argumento en las que el western es algo coyuntural: el guión podría haber tenido lugar en cualquier otro género. La primera es El hombre tranquilo, y las otras dos El hombre que mató a Liberty valance y Centauros del desierto.

Hoy va por esta última, con título original The searchers, los que persiguen los que buscan, los buscadores (¡cuánta falta me hace el participio de presente!). En ella un tío y un hermano buscan a una chica que está prisionera de los cheyennes durante 5 años. Es una visión panorámica del racismo, de la crueldad, de la resignación, de las noches de pesadillas, en fin, de la vida real y más descarnada. El que sea un western es algo coyuntural.

Me quedo con la imagen de Ethan Edwards, resignado ante la inevitable muerte de su familia, haciendo lo que debe hacer, mientras su sobrino revienta el caballo para no llegar a tiempo a ningún sitio.

Resignación y hacer lo que uno debe hacer, por encima del dolor o la pasión. «Feo, fuerte y formal»