Egocentrismo

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Siempre hablo de mí. De lo mal que estoy y de lo buen chico que soy y de la mala suerte que tengo y de cuánto me merezco todo. Es mi blog, así que no es extraño hablar de mí y de mi consecuencia. Pero a veces me suena a egoísmo rancio.

Hay mucha gente por ahí peor que yo. Con menos sueldo, sin casa, sin trabajo, con problemas serios. Problemas serios. Una vez alguien, de quien me enamoré locamente por cierto, me dijo que todos los problemas personales eran igual de importantes para cada persona. Desde fuera nos pueden parecer nimios o infantiles, pero para cada uno de nosotros nuestros problemas son complejos, dolorosos e irresolubles.

Hoy no hablo de mí. Hoy recuerdo y reconozco a toda esa gente con sus problemas, que está mejor o peor que yo, pero con problemas igual de importantes, igual de lacerantes.

Por cierto, ¿qué será de aquella mujer por la que me escapé a Madrid y me descubrió al Señor de los Anillos? Hacía mucho, muchísimo, que no la recordaba.