Ya estamos a 11 de diciembre, y el 2006 cae en el bosque sin hacer apenas ruido. Mi hijo cumple mañana un año, yo tengo contrato fijo, debo unas cuantas cervezas que no olvido…muchas cosas han cambiado pero todo sigue igual.
Parece ser que todo vuelve a su estado estacionario. Me estoy proponiendo que no sea así. En cierto modo me he rendido o relajado; incluso anoto menos entradas en la bitácora. En enero tendré que redoblar el paso y hacer camino. No son excusas de mal pagador: este jueves me voy a Tenerife 5 días a un congreso. Cada vez me quedan menos ganas y más miedo, me estoy haciendo viejo.
Tanto, que me han regalado la Nintendo y el Brain Training.