Con toda la documentación entregada, todas las transparencias hechas y esa sensación de que no tengo ni idea de nada, de que soy un advenedizo al que pueden desenmascarar, de que no merezco estar aquí. Los nervios del directo.
El tribunal parece gente amable y según familiares y amigos, no pasa nada.
En fin, mañana os comunico cómo quedo. Voy a seguir con mi preparación psicológica. ¡Mosquis! Me he perdido los volteos de Santa Cecilia.