Semana en blanco

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Termina la semana, y no quiero permitir que acabe sin añadir una entrada al blog. Ha sido una semana extraña, con mucho trabajo (para ese tribunal que va a decidir si merezco o no renovar mi contrato) y muchos nervios y tensión y líos.

Ahora estoy leyendo el libro de Sabina: deleznable. El periodista que lo entrevista es un megalómano, un megasabiníaco y un pseudo intelectual que estropea el libro. Me gustan las palabras de Sabina, de vez en cuando, pero hay que reconocer que es un caradura, un vividor y un sinvergüenza con talento y muchísima suerte. Aunque no todo lo que diga va a misa. Pero sí le envidio una cosa: las mujeres que ha tenido y lo que ha follado el cabrón. Joder, Dios a mí me gastó una putada dándome este cuerpo (incluyendo el cerebro).

Nos vemos.