Que os follen

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Están ahí al lado, los colegas. Un poco locos de atar, como cualquiera que quiera sobrevivir con algo de dignidad en estos tiempos tan extraños. He estado vagando por su blog, como ellos por el mío, supongo. Las bitácoras hacen extraños compañeros de cama, aunque lo mejor es que no tienes por qué acostarte con ellos. Si fuera con ellas…

Pero eso. ya me gustaría saber la mitad de lo que saben ellos, aunque por otro lado me gustaría saber la mitad de lo que he olvidado, o la mitad de lo que no sé, o la mitad de lo que no sé, incluso la mitad de lo que sé, porque estoy en ese puntito de equilibro inestable en el cual si fuera un pelín más tonto sería ya completamente feliz, Qué envidia me tengo.

En fin, que les vaya bien. Los iremos leyendo poco a poco, en medio de esta tormenta de soledad y desesperación que nos azota fiera. A ver si de verdad nos follan, como propugnan ellos, de una vez por todas y bien, que algunos necesitamos profesionales del folleteo que nos den un repaso. O al mejor no se refieren a eso…Quizá podían haber dicho «Idos todos a tomar por el culo». Me hubiese quedado más claro. O no.