(Pre Data: la letra es una canción de Luis Ramiro, pero he modificado una rima para poner mi apellido. Y si me hubiese llamado Ismael,, hubiese empezado: «»Llamadme Ismael») No me pidas derechos de autor cuando sueñe contigo, el inconsciente ni teme ni miente, igual que el borracho y el niño. No me cuentes tus…
Categoría: mujeres de belleza y lealtad incomparables
Nunca fuimos eternos
Ni una sola vez. Entonces estaba desenfocado, y ahora todo se escapa como un tren de mercancías. Me quita el sueño por las noches, me quitas el sueño por los días.
Frío
Esperas un día despertarte a su lado , y mirarla, y saber que no hay nada ni nadie más, sólo ir a desayunar y pedir dos croissants y comprar el periódico y decidir dónde ir a comer. Ese día no habrá rencor ni remordimientos ni recuerdos, ni siquiera un futuro, porque sólo hay presente a…
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No lo veo. Buscando la perspectiva que da el alejarse un poco de todo, pero no puedo. Odio a los piratas que vagan por los mares de mi corazón. Esta entrada no tiene sentido porque no puedo escribir lo que pienso. Quizá preparemos una performance.
El hombre que corría tras el viento
Y ahora mismo estoy con esa película. Me guía una estrella que no existe.
Llueve (en Santiago)
Por fin llueve. Una lástima, ahora que conozco tanta gente buena a la que le gustan las fallas y quizá por eso no les guste tanto este momento como a mí. ¡Cuánto he cambiado! No hay nada como salir al mundo como para que se curen muchos prejuicios. Un poco cansado, un poco resfriado. Un…
Bajo el fuego
Hoy no es un día bueno. Ni siquiera razonablemente malo. Buscando en todos los manuales la manera de dirigir esta hidra egoísta sin cerebro que amenaza con devorarme. O seré yo, que veo gigantes de enormes brazos como Briareo. Todo esto, además, me ha dejado con el corazón en bancarrota. Justo ahora que te acabo…
Sin dramas esta vez
Siempre me caso de quejarme, pero en este blog suelo escribir sobre mí, en cierto modo es mi diario, ininterrumpido desde 2004, intermitente desde 1997 cuando empecé un primer blog cuando éstos ni siquiera existían. En realidad lo llamé diario. Ahora estoy harto de intensidad, de emociones. Leyendo «El imperio romano» de Asimov, y preparando…