El verano se acerca. Aún no estoy de vacaciones, estoy dando un curso de páginas web básicas. He presentado los papeles para acreditarme y ver si algún día llego a funcionario; quizá es por eso que todas las noches tengo pesadillas (o premoniciones) de que me lo van a denegar. trabajo a dos turnos para la universidad y la empresa, sigo sin encontrar el norte, deseando abandonar este país de SGAE, de crisis inombrable e innominada, de botijo y pandereta, con el mayor número de imbéciles y gilipollas por metro cuadrado. Con mi economía apenas salvada por la paga extra ya devorada por la hipoteca, que se cierne fiera.
Va bien. Todo va bien. Cojonudo.