Un día largo. Extraño. Agotador. Con malas noticias, de un amigo que se va. Con malas vibraciones sobre muchas cosas. Con una amiga que hoy acababa una etapa y se enfrenta a otra. Con mis ejércitos acuartelados y, aún así, incapaz de controlarlos, siguen peleando con la fiereza a medio gas.
Avergonzado de esta tristeza, de esta poesía que me ha tomado corazón y casa, y se ha adueñado de mi Twitter para sorpresa de algunos.
Con el corazón a media asta y aún así vencido.