El lunes me voy de vacaciones, deseadas, a Tenerife. Ha sido un año terrible, colofón de una vida terrible, culmen de mis errores. Clímax de mi dolor. Ahora, cuesta abajo en la rodada, sin esperanza alguna a la vista, sólo queda navegar y navegar, hacer lo que uno debe hasta que el vigía grite: ¡Tierra!