Viernes bastardo

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Un viernes que termina una semana, mala como todas, con casi mínimos atisbos de esperanza enterrados bajo un marasmo de trabajo y decepciones. Con 42 años recién cumplidos, pero el corazón pensando que estoy hecho un chaval, como diría Paco Martínez Soria.

Acabamos de despedirnos con un lingotazo, más bien lingotito de Glenfiddich 15 años para despedir la semana, tradición que acabamos de instaurar y a la que se van sumando adeptos, no veo mejor manera de dar salida a mis reservas (nunca mejor dicho) de whisky. Aunque el Lagavulin por ahora no, sabes que guardo esos tickets por si tú y yo…

No digas que no, versión de Quique González