Esta bitácora siempre fue un diario. Siempre conté aquí lo que pasaba, lo que sentía, lo que pasaba… Hechos y sentimientos que siempre tenemos todos los seres humanos.

A veces me voy, quizá porque no puedo escribir, quizá porque no debo, o quizá porque tengo la suerte de poder contarle a alguien lo que me pasa o lo que siento. Así que a veces no estoy por aquí. Aunque no estar, no escribir, también es una forma de transmitir esa sensación en este diario.

El mundo no es justo. Es hora de volver, el plomo es el material con el que se forjan los sueños. Pero esta vez no voy a cometer el mismo error, ni voy a traicionar a nadie, incluyéndome a mí. La verdad es insoportablemente nítida ante mis ojos.

Esta bitácora no deja de ser, en estos largo años, un simple vómito del alma que a veces no tiene demasiado sentido, ni siquiera para mí.