En el dispararero

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Acaba una semana intensa, pero viene otra todavía más aún, y luego otra, y luego otra más…

Un año sin vacaciones, sin respiro, sin paz. Con ganas de que llegue el 14 de septiembre y pueda pasar revista a mis maltrechas fuerzas.

Sigo decepcionado con mi vida, pese a todo lo que he hecho, pese a donde estoy, porque falta algo, alguien. Porque falta mucho. Aunque lo más posible es que me esté equivocando, e Ítaca sea lo que me merezco.

También decepcionado con las personas, con algunas personas, con esa miopía, con ese egoísmo, con ese odio que está hundiendo países, comunidades, pueblos, ciudades, que tanto daño nos ha hecho como sociedad.

Es el problema de perder toda esperanza: que te hace perder cualquier miedo, al menos con los tipos malos.

¿Y si nos volvemos locos de una puta vez? ¿Y si no dices que no esta vez?

2015-08-08 16.33.01