Velando armas

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Preparando mente y alma para la noche, tratando de hacer acopio de fuerzas y munición para acabar con la mentira. Tengo que reconocer que estoy inquieto, que no me gusta correr albures innecesarios, dejar al azar tirar su estocada. Uno debe de planear lo imprevisible, aunque es difícil cuando se trata de malas personas.

Así que así estoy yo sin ti, incluso sin mí a veces, que estoy hipotecado y embrutecido por esta situación, que no llegan a este frente noticias tuyas, y ni siquiera sé si tus cartas llegan. Que renegué de ti, pero en el fondo aún te echo de menos, aún te comería a versos, pese a tener la certeza de saber que tú no eres ella, pero ahora mismo no tengo a nadie que me consuele.