Hola a todos. ¡Menudos días!
Me queda poco tiempo: el lunes empiezan las clases de nuevo y ahí me viene la avalancha de horas, de prácticas, de trabajo, sumadas a la granizada habitual de reuniones y marrones. Vamos, con ganas de que llegue junio.
En lo profesional los últimos movimientos son claros: me temo que me voy a comprometer 3 años más con el departamento, porque tengo planes. Planes de futuro. En lo social las cosas se están complicando y, si explotan, veremos qué pasa. Pero eso no lo puedo contar todavía, entre otras cosas porque la decisión no está clara.
Así que, como os podréis imaginar, lo personal está hundido en el abismo. Me asusta cuando en día como éste reviso mi interior y veo lo mal que estoy. Me sorprendo como consigo aguantar día tras día, con ese vacío interior que me llena. Lleno de nada. Me vacié tiempo atrás, en un par de accidentes, y no me he recuperado.
Y lo peor de todo es que no tengo nada claro. No sé como arreglarlo, cómo arreglarme. Cómo salvarme sin hundir a nadie. Qué pasaría si surgiera la oportunidad de salvarme, si me encontrara en la encrucijada. No sé si tendría los suficientes valor y locura para intentarlo.
Ya no sé distinguir lo correcto de lo incorrecto. Estoy muy muy perdido.
P.D.: Voy a empezar a hacer fotos con la cámara, porque cada vez me quedan menos que ir poniendo aquí.