metáfora.
(Del lat. metaphŏra, y este del gr. μεταφορά, traslación).
1. f. Ret. Tropo que consiste en trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado, en virtud de una comparación tácita; p. ej., Las perlas del rocío. La primavera de la vida. Refrenar las pasiones.
2. f. Aplicación de una palabra o de una expresión a un objeto o a un concepto, al cual no denota literalmente, con el fin de sugerir una comparación (con otro objeto o concepto) y facilitar su comprensión; p. ej., el átomo es un sistema solar en miniatura.
Parece que cuento muchas cosas, pero nunca cuento nada. Todo este blog son metáforas: batallas, derrotas, dolores y demás palabras que escoden mis penas tras una cortina, a veces translúcida, que sólo permite adivinar qué hay detrás.
No puedo decir nunca claramente qué me pasa. A quién odio, a quién amo. Qué me desangra y qué me da la vida. Causaría demasiado dolor, a mí y a quienes me quieren, quienes me aman. A quienes no me quieren quizá les causaría placer, pero ellos no me importan demasiado, aunque los tengo en mente. Así que, pese a este vómito del alma que lleva en marcha de manera continuada desde 2004 (¡10 años ya!) y de manera intermitente desde 1997, pese a todas estas palabras y vídeos y canciones, sigo necesitando confesión. Sigo navegando a tientas esperando atracar y descansar, esperando salvación o muerte, algo que me libere de esta metáfora que es ya toda mi vida, una vida vivida para los demás, en la que me he equivocado demasiadas veces.
No hagáis planes conmigo. No tengo nada claro.