Gracias a todos por estar ahí. Pese a la cifra, que asusta un poco, me sigo sintiendo un chaval de espíritu, cuerpo y esperanza. A veces, cada vez menos, sigo soñando como si tuviera 25. Pese a todo y a todos.
Gracias por estar ahí. A falta de un buen grog (en concreto éste), la próxima vez que os vea os invito a una de mis bebidas favoritas: Lagavulin o café.
Hoy voy a ser optimista (ni de coña). Y comeré y cenaré en Casa Alba, que ver a Alfonso siempre es un placer.
Mis regalos:
(El reloj tiene algo de truco, el libro es totalmente regalo pata negra)