Nueva York es un estado de ánimo. Aunque, en estas circunstancias, igualmente lo es Cicely, Connemara, Tampere, Zurich o Bruselas. Cualquier sitio amable, tranquilo, gris y civilizado.
No sé ya qué necesito. Supongo que huir, olvidarme y descansar.
Mira chaval, te voy a echar una chapa de esas de borrachos porque me pillas buena onda y te debo un favor que no se paga con un café al solano. Además, soy muy de dar lecciones a gente más mayor que yo porque yo ya soy vieja de espíritu y por eso me voy a morir antes que todos vosotros y blablabla…
No pregunto qué le pasa a la gente que se corta las venas en público porque bastante tienen con hacerlo y arriesgarse a que les pongan la camisa de fuerza y los electrodos. O peor, arriesgarse al dolor más doloroso que es que se crucen de acera cuando te ven aparecer.
No te lo pregunto nunca porque entonces, eso que escribes, perdería todo el encanto. Eso que no es más que el momento cuando se te amontona el sentimiento en la nuez o la laringe o entre las cejas y te pones a escupirlo todo sin que pase por el cerebro y madure ahí hasta que decida salir solo o lo saques o simplemente permanezca hasta que se te amontonen otras cosas.
Todo esto para decir, colega, que si te vas a tirar de un puente me lo digas por twitter para ir a recordarte que además de lo esencial, hay cafés que sanan por un rato y si, aún después de ese rato, te quisieras tirar, pues te tiras.
Y esto es en serio: cámbiate el tono del móvil que es horrendo.
Mira chaval, te voy a echar una chapa de esas de borrachos porque me pillas buena onda y te debo un favor que no se paga con un café al solano. Además, soy muy de dar lecciones a gente más mayor que yo porque yo ya soy vieja de espíritu y por eso me voy a morir antes que todos vosotros y blablabla…
No pregunto qué le pasa a la gente que se corta las venas en público porque bastante tienen con hacerlo y arriesgarse a que les pongan la camisa de fuerza y los electrodos. O peor, arriesgarse al dolor más doloroso que es que se crucen de acera cuando te ven aparecer.
No te lo pregunto nunca porque entonces, eso que escribes, perdería todo el encanto. Eso que no es más que el momento cuando se te amontona el sentimiento en la nuez o la laringe o entre las cejas y te pones a escupirlo todo sin que pase por el cerebro y madure ahí hasta que decida salir solo o lo saques o simplemente permanezca hasta que se te amontonen otras cosas.
Todo esto para decir, colega, que si te vas a tirar de un puente me lo digas por twitter para ir a recordarte que además de lo esencial, hay cafés que sanan por un rato y si, aún después de ese rato, te quisieras tirar, pues te tiras.
Y esto es en serio: cámbiate el tono del móvil que es horrendo.