Minusvalía del 99,9%

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Después de esta tarde me he empezado a dar cuenta de que estoy mucho peor de lo que imaginaba. Que mi corazón está roto, destrozado, que soy un minusválido sentimental. Que mi corazón es una zona cero, destruida, yerma. Sin posibilidad de reconstrucción. Esta tarde, subiendo a casa, «A contrapelo 2011» sonaba como el mejor whisky que uno pueda imaginar. Sonaba bien, afinado con mi corazón «tan ajado y maltrecho que está cerrado por derribo». He soñado con Tampere, con 20º bajo cero, con la luz desvaída y macilenta, con los recuerdos y los deseos y los sueños y la soledad a 500 por hora.

He pensado que me gustaría cambiar mi vida. Que volvería a hacer lo mismo, de forma totalmente distinta, para estar en el mismo sitio, en un lugar totalmente diferente.

Ha sido, de corazón, una tarde perfecta. Va por vosotros.